Una de las reflexiones más linda es la de la
mujer pecadora que ungió los pies de Jesús, la Biblia relata en Lucas capitulo 7: 36 al 48 sobre un fariseo que invito a Jesús a comer, no obstante una mujer había escuchado que Jesús estaría en aquel lugar es cuando ella se acerca trayendo un frasco de alabastro con perfume así comenzó a ungirlo con sus lagrimas y secar sus pies con sus cabellos, este humilde acto no fue bien visto por aquellos que estaban allí si no que algunos criticaba el hecho de que ella usara un perfume caro para ellos no veían realmente lo que significaba aquella acción Jesús dice “déjala esta preparándome para la sepultura” sin embargo el que lo invito murmuro diciendo para sí mismo “Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora” versículo 39.
Dios conociendo sus pensamientos le dice “Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado Lucas 7:41-43.
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